En nuestro colon albergan una gran variedad de bacterias que forman lo que se conoce como flora intestinal. 

Existe mucha evidencia (01) que explica que ciertos tipo de bacterias (malas) desempeñan un papel muy importante en el desarrollo de muchas enfermedades. Sin embargo, existen alimentos que pueden ayudar a contrarrestar su actividad. Uno de ellos son los dátiles.

Ya que en este estudio in vitro (02), se pudo  observar un aumento del crecimiento de bacterias beneficiosas, en un cultivo de bacterias intestinales y de materia fecal, que fueron mezclados con extractos y dátiles enteros. 

Sin embargo, ¿qué pasa con el consumo humano?.

Este estudio clínico (03) lo puso a prueba con un grupo de personas sanas. Y al cabo de 21 días, se pudo observar un claro aumento en los movimientos intestinales, en la frecuencia de las deposiciones, y una reducción significativa en la concentración de amoníaco en las heces. Cuando los participantes incluyeron 50 gr de dátiles diariamente, a su dieta habitual. 

Lo cual se tradujo a una reducción significativa en la genotoxicidad y en los efectos cancerosos en dichas materias fecales. 

Los autores del primer estudio citado, plantearon la hipótesis de que la fermentación de sus fibras y de sus polifenoles en la flora intestinal, pueden inducir el aumento del crecimiento de ciertas bacterias buenas que generan subproductos benéficos y anticancerosos, que protegen al ADN de las células intestinales.