Las células inmunes, son básicamente células que tienen el propósito de defendernos de patógenos, de infecciones y de todo lo que propaga enfermedades en nuestro cuerpo.

Sin embargo, si nuestro sistema inmune se encuentra bajo, los riesgos de padecer alguna enfermedad, aumentan.

Y parece ser que la actividad física regular, puede ayudar a elevar su actividad.

Por ejemplo, en este estudio clínico se observó aumentos de los niveles de células inmunes en la sangre, en un grupo de niños sanos y con asma que hicieron ejercicio aeróbico durante tan solo 6 minutos. 

Bueno, en este estudio clínico se puso a prueba los efectos del entrenamiento diario y moderado, sobre las incidencias de dichas patologías y sobre la actividad de las células inmunes  de un grupo de personas que padecían resfriados regularmente .

Y al cabo de 12 semanas, se pudo observar una notable disminución de los síntomas de dichas infecciones respiratorias, 

acompañado con un aumento significativo de los niveles de ciertos anticuerpos ( llamado inmunoglobulina A).  Lo cual, se relacionó con la disminución de dichos síntomas. Sin embargo, no pasó lo mismo con el grupo de control, que no hizo actividad física. 

Estos resultados, apoyan la idea de que la actividad física regular y moderada (no intensa), estimula la producción de células inmunes que contribuyen a un menor riesgo de infecciones respiratorias.