Las frutas, las legumbres y los tubérculos, son plantas que aportan grandes cantidades de fibra, de carbohidratos simples y almidones resistentes.

Y estos últimos, no solo son muy buenos para la salud en general sino también para nuestra flora intestinal.

Sin embargo ¿qué sucede en la microbiota cuando se quitan dichas plantas y se s hacen dietas ricas en proteínas y grasa animal?

Bueno, en este estudio clínico aleatorio lo pusieron a prueba en un grupo de personas obesas. Y al cabo de 8 semanas, se pudo observar reducciones significativas de la frecuencias de evacuaciones, como también una buena formación de las heces, una reducción de la  producción de  compuestos anticanceroso y antiinflamatorio llamado butirato, y disminuciones del número de bacterias buenas en el colon.

Mientras que en este otro estudio se pudo observar trastornos gastrointestinales, vómitos y diarrea en el 57 % de los pacientes pediátricos con epilepsia que consumieron una dieta rica  proteínas y grasa animal.

Y de manera similar, en estos 2 estudios también se ha registrado mayores incidencias de estreñimiento y de diarrea después de una dieta baja en carbohidratos  en comparación con una dieta alta en carbohidratos.

Todo esto sucede porque al quitar los carbohidratos, especialmente los buenos, también se  reduce drásticamente el consumo de almidones  resistentes y de fibra en la dieta. Sin embargo, cuando estos últimos son consumidos regularmente (gracias a su capacidad de absorber líquidos en los intestinos), el volumen de las heces tiende a aumentar. Como también el número de baterías buenas y la producción de compuestos beneficios llamado butirato.

 

Por esa razón los autores de este estudio terminaron indicando: