El estreñimiento es un trastorno intestinal frecuente, caracterizado por deposiciones difíciles, infrecuentes o incompletas. 

Por lo general, los laxantes son el tratamiento convencional que se utiliza para tratarlo.

Sin embargo hay alimentos que también pueden ofrecer los mismos efectos, y uno de ellos son las frutas.

Ya que en este meta-análisis, que analizó 11 estudios clínicos (estudios que intervienen, en este caso la dieta de los participantes). Se encontró  un aumento del número de deposiciones, y de colonias de bacterias buenas en la flora intestinal. En aquellas personas que elevaron la ingesta de frutas y de kiwi diariamente, durante algunas semanas.

Cuando se examinó el tipo de frutas, se encontró que las frutas cítricas y las bayas eran las que más ofrecían dichos efectos benéficos. 

Por lo que estos resultados tienen algo de sentido. Ya que en este estudio clínico, se pudo observar una mejora significativa del estreñimiento y un aumento de las evacuaciones, en un grupo de personas con dicha patología, que ingieren 2 kiwis diarios durante tan solo 2 semanas.

Resultados similares se pudieron observar en este otro estudio clínico, que fue realizado con un grupo de personas que tenían síndrome del colon irritable.

Mientras que en este estudio clínico y cruzado se pudo observar una mejora en la composición de la flor intestinal de un grupo de personas sanas que incluyó a su  dieta habitual un  vaso de licuado de arándanos silvestres diariamente durante seis semanas.

Bueno, los autores de este metaanálisis, indicaron que un tipo de azúcar llamado sorbitol, encontrado en las frutas. En el colon tiene la capacidad de retener agua en sus moléculas. Lo cual favorece a la buena formación de las heces.

Mientras que sus fibra soluble de la fruta también ofrecen los mismo efectos y fomenta a la formación de colonias buenas en la flora intestinal.

Estos resultados han demostrado que el consumo regular de frutas pueden ofrecer efectos importantes en los síntomas del estreñimiento, en la consistencia de las heces y mejoras en la frecuencia de las deposiciones, como también en la composición de la flora intestinal.